¿En que nos hemos convertido? (Sí, con signo de pregunta adelante, como debe ser).

Vivimos presos en una carcel de plástico barato de 8cm x 4 cm y 1,5 cm de espesor. El supuestamente “necesario” teléfono celular. Quién hubiera pensado allá por el año 2002 (año en el cual el celular aún figuraba como algo difícil de alcanzar y, para algunos, absurdo) que sólo unos 2 años mas tarde todo el mundo iba a estar idiotizado de tal manera.
Por favor, volvamos el tiempo atrás por un momento y recordemos...
Recordemos esos tiempos en que bardeabamos al primero que se aparecía con celular tildándolo de “modernoso”. Teniendo en cuenta lo que eran los aparatos en ese momento. Gracias si superaban al Startac. Estéticamente todavía eran una bosta.
Pónganse a pensar en el folklore de ganarse una minita. ¿Alguien se acuerda lo que había que remarla para salir con alguna? Ahora con tanto MSN y celular todo es una gilada. Ya no existe ese momento frente al teléfono a pulsos con el papelito donde anotaste el número de ella preguntándote, ¿Qué hago? ¿La llamo? .Una mezcla de vergüenza y cagaso. Dos factores que desaparecieron por completo desde que existen los SMS. ¿Quién se va a olvidar de las llamadas a escondidas? Cuando teníamos ese teléfono de cable largo y nos metíamos detrás de una puerta pasando el cable por debajo y hablabamos bajito para que nadie escuche. De los gritos de tus padres al ver la cuenta de telefónica. O del “Corta vos, no, corta vos, no, vos” enfermizo. ¿Acaso hay alguna diferencia en que corte primero? No. Pero todo eso es parte del folklore que mencione anteriormente.
Prueben alguna vez y váyanse unos días a algún lugar donde el celular no tenga señal (Ej: Chapadmalal, al menos allá yo no tengo señal) y van a ver que bien que se siente dejar el celular dentro de una mochila y olvidarse por completo.
Volvamos el tiempo atrás...